
Sin embargo, observando las zonas en conflicto a nivel internacional, los atentados suicidas, los enfrentamientos étnicos, la intolerancia religiosa y mucho más que es parte del existir en este planeta, me encontré un día y otro expresando desde el fondo de mi corazón la tan menospreciada frase "DESEO LA PAZ MUNDIAL".
Sin mayores recursos o quizás voluntad para hacer tangible la paz en aquellas regiones de mayor conflicto,
me animo a contribuir con lo único que mi falta de compromiso no me impide hacer y es desear paz en el mundo y no solo a los hombres de buena voluntad. Es imprescindible que aquél que propicia el conflicto encuentre la paz primero en sí mismo para que no se la quite a otro. Es necesario procurar sanar aquellos corazones que guardan tanto dolor dentro suyo que no encuentran otra manera de vivir que causando a su vez mayor dolor en el resto.

No lleva mas que un par de segundos, detenerme en el diario correr de mi existencia, para sentir el desgarro de aquellos corazones, víctimas en uno y otro bando, con ira o miedo, condenados a continuar padeciendo y ajenos a la esperanza de un futuro mejor.
