jueves, 24 de abril de 2008

Telenovelas que dejan huella

En la radio suena Baila conmigo con acento portugués y en seguida llegan a mi mente imágenes de una novela brasilera: Dancin' Days. Claro que ambas son novelas diferentes pero son brasileras al fin y al cabo y aquellas siempre fueron las favoritas en casa.

Como en un sueño, al recordar una escena en particular de Dancin' Days, mis recuerdos se deslizaron a otra secuencia y a otra de novelas diferentes. Considerando la gran cantidad de telenovelas que he visto a lo largo de los años, no es de extrañar que inmediatamente llegaran a mí flashbacks de escenas que por razones diferentes quedaron grabadas con mayor insistencia en mis recuerdos.


Dancin' Days (Novela de los años 70' con Sonia Braga)
Dentro de la trama, Sonia Braga es una mujer de caracter pero con un pasado deshonroso que acepta casarse, sin amarlo, con el tímido apasionado que la acoge aún siendo de posición acomodada. Hacia los capítulos finales, ya convertida en una mujer socialmente aceptada, le pregunta dulcemente a su sufrido marido "Te hice daño?" Y él, compungido, le responde "Así es, me hiciste mucho daño". Entonces después de un diálogo adicional deciden separarse amigablemente.
  • No se exactamente porqué de toda la novela ésta es la escena que recuerdo. Quizás porque ella es lo suficientemente decente como para asumir lo que está haciendo y pretende remediarlo. Quizás también porque él es lo suficientemente digno como para admitir que no puede seguir esperando sus migajas de cariño, las cuales fueron paulatinamente extinguiéndose.

Brillante (1981 - Con Vera Fischer)
La hija adolescente se opone a la nueva relación del protagonista pero simula aceptarla y se hace su amiga. Mal aconsejada urde una trampa y coloca a su amiga (Vera Fischer) en una situación comprometedora frente a su padre. Al ser confrontada por ambos como testigo niega saber algo que exonere a Vera Fischer y éstos se separan. Más adelante el protagonista descubre que el hijo adolescente de una conocida robó una joya valiosa y se cuestiona acerca de lo que un adolescente es capaz de hacer. Por primera vez comienza a dudar de la palabra de su hija en contra de su ex-novia.


  • El protagonista masculino no fue de mi agrado toda la novela, peor aún cuando prefiere creerle a su mentirosa hija en perjuicio de su relación sentimental. Es el momento en que recapacita y por fin comienza a descubrir la traición de su propia hija lo que recuerdo: por intereses o antipatías personales hasta la propia familia engaña y traiciona.

Angélica (novela mexicana de 1985, con Erika Buenfil)
Sergio Goyri es un futbolista que mientras conversa con un amigo en la recepción de un hotel, se entusiasma al ver una bella güerita (Erika Buenfil) a quien confunde con una turista extranjera. Ignorando que es una estudiante mexicana, se acerca y le conversa en inglés. Ella le responde con naturalidad en inglés, riéndose para sus adentros pues se da cuenta de la confusión del jugador.


  • Un ejemplo más de "las apariencias engañan" con un toque de picardía. Aún sonrío cuando recuerdo la escena. También me impresionó su conocimiento de inglés, sin ello no hubiese sido posible la escena .

Tu Mundo y el Mío (novela argentina de los '90)
La hermana de la protagonista es una joven ambiciosa de larga cabellera que hace su amante a un gordito maduro, hasta ese momento ejemplar esposo. En algún momento se enfrenta a la esposa y le dice con mucha arrogancia algo así: "A los hombres les gusta el cabello largo, suelto, así como el mío, para que puedan desordenarlo, jalarlo! no les gusta esos peinados complicados que llevan sus esposas".


  • Creo que no hay nada que aprender de esa escena pero la recuerdo quizás porque en casa seguimos el ejemplo de juventud de mi madre: todas llevamos el cabello largo. Y si de vanidades se trata cualquier consejo bienvenido sea ;)

La Próxima Víctima (novela brasilera de los '90)
El momento cumbre de esta novela ocurre cuando uno de los protagonistas descubre la infidelidad descarada de su novia y lejos de actuar racional, tonta o sufridamente como podría esperarse, tomó a la novia por los cabellos y la arrastró hasta llegar al borde de las escaleras, arrojándola a continuación por ellas. Fue una escena salvaje que no debería ser digna de antología pero es uno de los momentos mas memorables en la historia de las telenovelas.

martes, 8 de abril de 2008

Qué hacer cuando la esposa del dueño es una histérica niña malcriada?

Un amigo me contaba que en repetidas ocasiones llegaba a su oficina la esposa de un compañero de trabajo a reclamar y discutir a viva voz sus problemas domésticos. Era vergonzoso para su compañero y molesto para los demás trabajadores. Los sucesos de hoy me hicieron recordar esa anécdota.

Preámbulo: Hace algunos años nuestro trato era amable sin ser íntimo. Yo la conocí casada o casándose. Siendo soltera trabajó de secretaria y en los primeros años de matrimonio apoyó a su esposo en las labores de su recién formada empresa. Años después, quizás durante la época de su último embarazo, sacó las garras. ¡Qué escándalos los que hacía en aquella época, que gritos!. Por aquél entonces tambien conocí su afición a las adivinas, a los rituales de purificación, etc. No me parecía tan mal en un comienzo, aún cuando conocí a su bruja y no me agradó. Como tampoco me agradó cuando aseguraba que el sobrino de su esposo robaba a la empresa, segura de que su sobrino era ladrón sólo porque se lo había dicho la bruja.

Convertida hoy en ama de casa, de sonrisa falsa y oscuras intenciones, bajó a la oficina a perder el tiempo sentada en la máquina(PC) de Ventas, como en ocasiones anteriores, con la diferencia que esta vez, colgó el sistema. Como intenté explicarle que no debió jugar con las opciones del programa se puso histérica, contenida conmigo no dudó en insultar a su esposo, quien estaba presente cuando colgó la máquina. Eso fue en la mañana. Lo mejor (o peor) ocurrió en la tarde.

Llegó nuevamente a sentarse, ahora en el escritorio del dueño y, tal como hacía cuando había peleado con su esposo, comenzó a inspeccionar el archivo de facturas. Después de unos minutos comenzó su rutina de niña malcriada: 'falta tal factura, donde está tal factura?' dijo en voz alta. No había nadie mas en la oficina en ese momento, pues era hora de preparar los despachos y se encontraban en almacen. Ocupada en otra cosa y conociendo su proceder no le di importancia, pero dispuesta a hacer sentir su "autoridad" vino hasta mi escritorio insistiendo en su pregunta...

Hay días que amanezco alegre, mas bien calmada, aun cuando no me distinga por mi buen caracter. Por fortuna hoy era uno de esos happy days en los que no me gasto discutiendo... demasiado. Revisé el sistema y encontré que la factura estaba en cobranza, por lo tanto, en otro archivo. Así le dije, "está en otro archivo" y ella dando la vuelta masculló "eso no podías responder!".

Fue entonces cuando supe que, segura de su juego, seguiría con lo mismo y no estaba dispuesta a seguirle el caprichito y así, tranquilamente, se lo dije: "yo no estoy aquí para satisfacer tu curiosidad". Entonces reaccionó con el mismo comportamiento de gata a la que le pisan la cola que vi aquella vez en su pupila, regresó furiosa, morada, echando chispas por los ojos y gritando.


¿Qué fue lo que dijo? No recuerdo bien todas las boberías que dijo pero de algún modo llegó a mencionar a mis primas, las medio-hermanas de sus pupilos, sus ayayeros, sus lacayos, acusándome de chatear con ellas. No me levanté de mi asiento a gritarle por pura pereza y con toda la calma que sus chillidos me dejaban le respondí de la manera más firme que se me ocurrió: "mi jefe no me ha dicho nada al respecto", de ahí en adelante dijo más boberías siendo el denominador común: "yo tambien tengo derechos!!!".


Esa es la historia. Entre Lalo y su pupila ya van tres escandeletes. Acostumbro pensar que las cosas ocurren por algo y así mejor ahora que después. Si me casara quizás mi marido iría a mi trabajo a reclamarme el diario o que no llego temprano a casa. No sería nada para entonces, tranquilamente pensaría cómo solucionar el problema o cómo conquistar mi soltería. Experiencia para ambas soluciones, me sobra.