En esta ocasión quien causó mi fastidio fue el "Jefe de Almacén", jefe de si mismo porque nadie mas trabaja en almacén; con excepción del "Asistente de Ventas" que casi nunca vende porque siempre sale a comprar o a cobranzas. Entre ambos se encargan de las labores de mantenimiento, puesto que no hay un puesto definido como tal. El jefe de almacén trabajó anteriormente en labores de carpintería y tiene experiencia en ello.
Es así que necesitando habilitar un escritorio exclusivo para el contador, el gerente le pidió al jefe en cuestión que diera nuevo lustre a un antiguo escritorio. Por mi parte, observando durante la semana su trabajo, me di cuenta que mi escritorio lucía viejo y deslucido y así se lo hice saber al gerente. Sus palabras fueron: "Hay que pedirle suavecito nomas a Gargie", osea de favor.

Lo cierto es que el escritorio, del mismo modelo que el mío, ha quedado como nuevo, entonces aprovechando que lo estaban colocando y sabiendo que pronto sale de vacaciones dije con mi voz más suave y señalando mi escritorio: "Gargie, para cuando regreses...". Su respuesta fue: "Consíguete tu carpintero!".
Supongo que tiene razón aunque obviamente no vaya a hacerlo. Al idiota de mantenimiento le pidieron que haga esa labor por favorcito, aún cuando lo hizo en sus horas de trabajo, dejando de lado otras labores, usando recursos de la empresa y ,eso sí, sin cobrar aparte por ello.
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